Los equipos de búsqueda que intentan localizar al avión desaparecido de Malaysia Airlines descubrieron señales en el Océano Indico consistentes con las emitidas por las cajas negras, pero podría pasar mucho tiempo antes de encontrar los primeros restos del aparato. Panorama de lo que han conseguido, y lo que está aún pendiente:
EL DESCUBRIMIENTO
El barco de la armada australiana Ocean Shield recogió las señales usando un aparato de la marina de guerra estadounidense llamado torre localizadora de emisiones. Consiste principalmente en un largo cable con aparatos de escucha, o hidrófonos, conectados al final. Es remolcado por el barco a una profundidad de tres kilómetros (1,9 millas).
El localizador de sonidos tiene como fin detectar las señales emitidas en un radio de 1,8 kilómetros, por lo que tendría que estar casi encima de las cajas negras para detectarlas en caso de encontrarse en el lecho marino, a una profundidad de 4,5 kilómetros.
La primera señal fue escuchada el domingo y duró dos horas y 20 minutos antes de desaparecer cuando avanzaba el barco, que viró entonces y unas horas después captó una segunda señal que duró 13 minutos.
En un acontecimiento anterior, la tripulación de un barco chino dijo a las autoridades australianas que escucharon una posible señal mediante un hidrófono menos sofisticado, a unos 555 kilómetros (345 millas) de Ocean Shield.
LAS SEÑALES
El capitán de la armada estadounidense Mark Matthews dijo que en ambas ocasiones el Ocean Shield detectó sonidos con una diferencia de un segundo entre ellos — una emisión consistente con las que podría enviar la grabadora del vuelo y la grabadora de voz de la cabina de mandos.
Las señales fueron emitidas en banda de 33,3 kilohercios en lugar de la de 3,5 kilohercios, que en teoría es la que deben emitir las cajas negras. Matthews dijo que según la empresa fabricante, la frecuencia de las cajas negras puede variar al final de la vida útil de los aparatos, que es de unos seis años.
Matthews dijo que las señales son hechas por el hombre aunque, agregó, siempre existe la posibilidad que capten una lectura falsa, por ejemplo procedente de un objeto en su propio barco, aunque tienen sumo cuidado en evitarlo.
Indicó que ambas señales detectadas procedieron de un punto estimado con una separación de dos kilómetros. Matthews dijo que la temperatura del agua y las capas hidrotermales pueden distorsionar las señales, por lo que podrían proceder de la misma zona.
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